Conferencia sobre calidad del agua e impacto en la agricultura

El 18 de junio se desarrolló una conferencia internacional sobre calidad del agua e impacto sobre la agricultura. La disertación estuvo a cargo del doctor George Czapar, director del Instituto de Relevamiento de Aguas del Estado de Illinois, EEUU y profesor de la Universidad de ese Estado con asiento en la ciudad de Urbana. La actividad fue organizada por la Escuela de Ciencias Agrarias, Naturales y  Ambientales (ECANA). El especialista disertó sobre una temática que tiene importancia creciente a nivel mundial y planteó la necesidad de considerar al agua como “recurso estratégico y como bien público”. En sus consideraciones Czapar manifestó que aunque la calidad del agua en EE.UU ha mejorado en los últimos 30 años, la agricultura sigue siendo señalada como una fuente de contaminación. La erosión, el uso de plaguicidas y de fertilizantes se citan continuamente como ejemplos de contaminantes de la agricultura. Las estrategias para mejorar la situación van desde iniciativas voluntarias por parte de las industrias y de los productores agropecuarios, hasta el aumento de las regulaciones por parte del Estado para el desarrollo de las distintas actividades productivas. En el Estado de Illinois, uno de los más importantes en producción agrícola de ese país, se vienen desarrollando desde hace más de 30 años proyectos de investigación y de monitoreo de la contaminación en cuencas hídricas a nivel local y estatal. Asimismo se vienen aplicando programas de incentivos y de regulaciones sobre las prácticas de producción posibles de utilizar. La experiencia que han obtenido en este tiempo muestra que se necesita una estrategia combinada para alcanzar el objetivo de reducir la contaminación por nutrientes que es la responsable del desarrollo excesivo de algas en ríos, lagos y mares provocando hipoxia (falta de oxígeno) con los consiguientes perjuicios en la vida acuática. Las tecnologías para controlar la erosión, como la sistematización de los suelos y las labranzas conservacionistas, reducen  la contaminación de nutrientes poco móviles como el fósforo. El control del agua de drenaje, el manejo adecuado de las dosis de fertilizantes y el uso de cultivos de cobertura durante los barbechos, han mostrado ser eficientes en la reducción de la contaminación por nitrógeno. El conjunto de tecnologías requiere de la adecuación a las distintas condiciones de suelos, topografía y sistemas productivos, de allí la importancia de la investigación. Asimismo es fundamental disponer de programas de extensión para la transmisión de los conocimientos. En este aspecto, el Czapar planteó que de todas las metodologías utilizadas, los productores manifiestan que las jornadas de campo son las más efectivas.   Durante su conferencia, el especialista remarcó que “de la calidad del agua depende la salud y el bienestar de la población que la consume” y consideró que “la contaminación de las napas por nutrientes y pesticidas de las que extraemos el agua para consumo, indica la conveniencia de profundizar los programas de investigación y monitoreo, así como implementar políticas de incentivos y regulación”.  

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